sábado, 18 de diciembre de 2010

PETECO CARABAJAL EN EL HAROLDO CONTI

[8 y 9 de diciembre, 2010] Llegué casi una hora después, en la entrada me pidieron el juguete para el Garrahan y me dijeron que si no lo había traído lo podía comprar, que todavía el recital no empezaba, cuando entré a la sala vi sólo completas la fila  uno y dos, todo lo demás era gente despareja que ocupaba asientos muy espaciados entre sí, o sea, en algún punto había fallado la convocatoria, que un artista de la talla de Peteco estuviera casi a solas con su grupo era poco creible, es decir, si alguien te lo cuenta no te fías de lo que te dice, pero condecía con lo que él venía a presentar, que era un ensayo, y en varias oportunidades de la noche se encargó de aclararlo, en realidad estaba preparándose para un concierto donde grabaría en vivo su nuevo disco El viajero. Preguntó: "Van a venir a Rosario?" y casi sin esperar respuesta dijo, "sé que muchos de ustedes van a estar ahí". Repasó temas que compuso en los 80´, cantó Corazón delator  de Cerati y Vamos a andar de Silvio Rodriguez. Demi, que parece su sobrino pero descubrí que era su hermano, uno de los menores, se relamió cuando hablaron de su batería, que le preguntaron desde el público si había sido nueva. También estaba un músico de la banda que estaba aprendiendo todos los temas para entrar definitivamente en el mundo de los Carabajal. Y Homero, de la familia santiagueña del folklore, que escribió una canción la cual tocaron pero Peteco preguntó que le pasaría tan grave para haber escrito eso, lo mismo dijo con temas de él. Las bailarinas no se demoraron en salir a los costados a interpretar con movimientos eufóricos o más lentos la música de la tierra donde la siesta es lo primero. Peteco contó que hace poco habían ido a China, invitados para actuar en un stand de un congreso que se hacía por allí, de ahí salió la chacarera de Shangai, que las chicas no sabían como moverse para seguirle el ritmo y Peteco sugierió que se guiaran por un estilo de taichi o algo así.