[26 de febrero, 2011] Los colados somos unos pocos, que tenemos que aguantarnos a los de atrás quejarse, pero llegamos a la tercera fila. Lo primero que aparece son hombres y mujeres con polleras que terminaban como copas de árboles redondos. Las mismas eran bordó, violetas, azules petróleo. De arriba las bellas damas lucían una mallas transparentes de bailarinas. In taberna fue una de las mejores escenas, donde los caballeros tenías unos gorros de tela de media, algo lúgubre que incumbe a esos sitios donde se va a tomar, y una pareja de baile relata una especie de seducción sucia, donde la chica hace de mala, digo por sus movimientos rígidos, hasta encontrarse con el hombre y penetrarse.
